Tras varios meses de preparación y puesta en marcha, por fin los niños pueden disfrutar de su sala sensorial.
La educación sensorial es de mera importancia para los niños ya que ayuda promover el desarrollo de los sentidos: experimentar, percibir, explorar, sentir, interiorizar, sensaciones y percepciones que se obtienen sobre el propio cuerpo y de la realidad exterior.
Niños y adultos nos encontramos inverso en un mar de sensaciones que nos permite el conocimiento propio y de los diferentes entornos; por ello trabajamos en todas las rutinas y diferentes espacios del centro la estipulación sensorial.